¿Por qué no invertir en Criptomonedas?

¿Por qué no invertir en criptomonedas? La pregunta ronda la cabeza de cualquier inversor que ve a Bitcoin y compañía acaparar titulares y foros. Las promesas de multiplicar capitales modestos, como “cómo empezar a invertir en criptomonedas con poco dinero” o “con 100 € puedes ganar miles”, resultan tentadoras incluso para patrimonios consolidados. Sin embargo, las dudas siguen ahí: “¿es peligroso invertir en Bitcoin?”, “¿cuáles son los riesgos de invertir en criptomonedas?”, “¿qué opina Hacienda sobre las criptomonedas?” o cuál será la próxima postura de un banco como BBVA respecto a invertir en criptomonedas. La volatilidad, la seguridad, la falta de regulación, la falta de liquidez y la falta de conocimiento son solo algunos de los riesgos a considerar. En Advisors AM llevamos décadas protegiendo grandes patrimonios y sabemos que estos factores pueden convertir un aparente atajo hacia la rentabilidad en un auténtico quebradero de cabeza fiscal y financiero. Por eso defendemos que las criptomonedas, y en particular Bitcoin, pueden tener un puesto táctico muy limitado, pero nunca deben convertirse en el núcleo de una estrategia patrimonial cuyo objetivo sea preservar y hacer crecer el capital a largo plazo.

Por qué no invertir en criptomonedas

En Advisors AM creemos que la clave no es decidir entre todo o nada, sino diferenciar: comprender la realidad de las criptomonedas, asignarles un papel táctico inferior al 10 % del patrimonio y priorizar vehículos con trayectorias contrastadas, productos de ahorro, renta variable, financiación de promociones inmobiliarias, inversiones en hoteles o en habitaciones de hotel, que históricamente equilibran rentabilidad y protección de capital. A lo largo del artículo exploraremos por qué muchos inversores, y nosotros con ellos, seguimos cautos ante el criptoescenario, dejaremos espacio a la duda razonada y mostraremos alternativas capaces de preservar y hacer crecer grandes patrimonios.

Desde la óptica del control de riesgos, los riesgos de invertir en criptomonedas superan con frecuencia las ganancias potenciales que se exhiben en titulares. La alta volatilidad diaria puede erosionar valor en horas, la liquidez real depende de mercados con poca profundidad y la seguridad de la custodia sigue expuesta a ciberataques, aspectos que responden a la pregunta “qué inconvenientes tienen las criptomonedas”. A ello se suma un marco regulatorio mutable: cambios fiscales (consultas sobre “criptomonedas Hacienda”), restricciones bancarias temporales y la posibilidad de que gobiernos endurezcan normas de reporte o tenencia. En nuestra experiencia, estas incertidumbres castigan el binomio rentabilidad-riesgo que grandes patrimonios necesitan preservar. Por eso destinamos como máximo un 10 % a criptoactivos y equilibramos la cartera con productos de ahorro de reparto estable de cupones, financiación de promociones inmobiliarias y participaciones en hoteles o habitaciones hoteleras, donde la generación de flujos se soporta en activos reales y contratos verificables.

Desmitificando las criptomonedas: lo básico y los riesgos

¿Qué son las criptomonedas?

Las criptomonedas son monedas digitales descentralizadas que funcionan de persona a persona, sin la intermediación de bancos centrales ni entidades tradicionales. Cada unidad de valor se emite y se almacena de forma puramente electrónica, lo que permite transferencias globales casi instantáneas y con comisiones, en teoría, muy bajas. La tecnología blockchain, un registro distribuido que guarda todas las operaciones en bloques enlazados y cifrados, es “la tecnología detrás”: valida las transacciones, evita la duplicación del dinero y asegura la integridad del sistema mediante un consenso colectivo.

A primera vista, esta definición parece sencilla, pero pronto surge la pregunta frecuente en los motores de búsqueda: “que son las criptomonedas para tontos”. El propio enunciado muestra una realidad incómoda: el ecosistema cripto no es tan simple como una cuenta bancaria digital. Entender los mecanismos de consenso (prueba de trabajo, prueba de participación), el papel de los mineros o validadores y los riesgos de custodia requiere un nivel técnico y financiero que excede la “versión corta” que suele circular en redes sociales. Quien compra Bitcoin con la esperanza de rentabilidades rápidas se enfrenta a una curva de aprendizaje que combina programación, ciberseguridad y análisis de mercados altamente especulativos.

riesgos de invertir en criptomonedas

Riesgos iniciales a tener en cuenta

  • Volatilidad extrema. El precio de Bitcoin y de la mayoría de altcoins puede subir o bajar más de un 10 % en cuestión de horas. Este vaivén convierte una supuesta reserva de valor en un activo impredecible que dificulta la planificación financiera.
  • Liquidez aparente. Aunque existen grandes plataformas de compraventa, la liquidez real depende de la demanda instantánea y del tamaño de la orden. Grandes patrimonios pueden mover el precio en su contra al intentar salir del mercado.
  • Marco regulatorio cambiante. Fiscalmente, Hacienda exige declarar cada operación con toda su complejidad documental, y los organismos supervisores europeos discuten nuevas normas que pueden restringir el anonimato o imponer límites a los intercambios.
  • Riesgo operativo y de custodia. Las claves privadas que dan acceso a los fondos pueden perderse o ser robadas por ciberataques. Incluso plataformas reputadas han sufrido brechas de seguridad con pérdidas millonarias.
  • Expectativas poco realistas. El marketing que promete multiplicar “100 euros en Bitcoin” fomenta la mentalidad de apuesta, no de inversión informada. Esto alimenta la percepción de que “es peligroso invertir en Bitcoin”, sobre todo cuando se ignoran conceptos básicos de diversificación y gestión del riesgo.

En síntesis, las criptomonedas combinan innovación tecnológica con una serie de riesgos que superan la mera definición de “dinero digital”. Comprenderlos es el primer paso antes de asignarles un espacio táctico limitado dentro de una cartera cuya prioridad sea la preservación del patrimonio.

Los riesgos inherentes al invertir en criptomonedas

1. Volatilidad extrema

Los riesgos de invertir en criptomonedas empiezan por su comportamiento impredecible. Movimientos de doble dígito en cuestión de horas son habituales; por ejemplo, Bitcoin ha llegado a perder cerca del 30 % de su valor en un solo día y a recuperarlo semanas después. Quien se pregunte “¿Cuál es el riesgo de invertir en criptomonedas?” debe entender que esta volatilidad dificulta cualquier planificación patrimonial seria: una inversión que hoy parece rentable puede situarse en pérdidas mañana, sin que existan mecanismos de estabilización equivalentes a los de los mercados regulados.

2. Falta de regulación clara y protección al inversor

Otro punto crítico dentro de la realidad de las criptomonedas es la ausencia de un marco legal homogéneo. A diferencia de los valores negociados en bolsas tradicionales, el espacio cripto carece de supervisores que garanticen la solvencia de las plataformas, limiten la manipulación de precios o exijan auditorías independientes. Esto deja al inversor expuesto a quiebras repentinas, fraudes de emisión de tokens y operaciones de “pump & dump”. No es casual que muchos potenciales clientes busquen en Google “¿Qué inconvenientes tienen las criptomonedas?”: la principal respuesta es esta carencia de protección institucional, que se traduce en litigios complejos y, con frecuencia, en la pérdida irreversible del capital.

3. Riesgos de seguridad y ciberataques

Incluso quienes confían en la solidez técnica de Bitcoin deben reconocer que es peligroso invertir en bitcoin si la custodia no se gestiona con protocolos estrictos. Los intercambios centralizados han sufrido hackeos que suman miles de millones de dólares robados, las carteras frías pueden perderse por un simple despiste en la copia de las claves privadas y abundan las estafas de phishing, rug pulls y proyectos falsos que aprovechan la falta de experiencia de los nuevos usuarios. La auto-custodia implica responsabilidades técnicas elevadas que pocas familias con grandes patrimonios desean asumir directamente.

En conjunto, estos frentes, volatilidad, regulación difusa y vulnerabilidad operativa, justifican la postura prudente de asignar a las criptomonedas un peso táctico limitado y mantener el grueso del patrimonio en activos con controles regulatorios claros, flujos previsibles y protección legal robusta.

Complejidad técnica, de mercado y fiscal

Por que no invertir en criptomonedas a gran escala es, entre otras razones, cuestión de comprender su complejidad técnica y de mercado. Cada token exige analizar su código abierto, el modelo de consenso, el equipo de desarrollo y un caso de uso que a menudo todavía está por validar. A diferencia de los activos tradicionales, no existen balances auditados ni métricas estandarizadas de valoración; el precio puede moverse por expectativas de comunidad, cambios en el protocolo o simples tendencias virales. Para muchos patrimonios, esta profundidad técnica representa otro motivo cuando se preguntan “¿Qué inconvenientes tienen las criptomonedas?”. Sin tiempo ni conocimientos para descifrar “whitepapers” o seguir foros de desarrolladores, el inversor corre el riesgo de asignar capital a proyectos inviables o, peor aún, a esquemas fraudulentos.

A ello se suma una fiscalidad cada vez más exigente. Criptomonedas Hacienda es ya una búsqueda habitual porque cada compraventa genera una ganancia o pérdida patrimonial que debe declararse con exactitud, incluso si los fondos no se convierten en euros. El cálculo implica rastrear precios históricos, cambios entre criptomonedas y posibles comisiones de custodia, lo que complica la presentación del IRPF y del Impuesto sobre el Patrimonio en patrimonios elevados. La Agencia Tributaria ha intensificado sus requerimientos de información a exchanges y bancos, elevando sanciones por omisión o errores. En otras palabras, el atractivo inicial de operar sin intermediarios se diluye frente a la carga administrativa y al riesgo de inspecciones.

Esta combinación de complejidad técnica, dinámica de mercado distinta y obligaciones fiscales minuciosas refuerza la visión cauta de limitar el peso del cripto en la cartera y destinar la mayor parte del patrimonio a activos regulados con flujos de ingresos contrastados.

No todas las criptos son iguales: Bitcoin vs. el resto

riesgos de invertir en criptomonedas vs bitcoin

Uno de los motivos clave por que no invertir en criptomonedas “a ciegas” es asumir que todos los tokens son equivalentes. Nada más lejos de la realidad: existe una brecha significativa entre Bitcoin y la multitud de criptoactivos lanzados después.

Bitcoin: la excepción que confirma la regla.
Creada en 2009, Bitcoin funciona sobre la red más descentralizada y auditada del ecosistema; cada bloque se valida por miles de nodos independientes, reduciendo el riesgo de intervención o censura. Su oferta máxima, 21 millones de unidades sustenta la narrativa de “oro digital”, un activo cuya escasez programada podría proteger contra la inflación a muy largo plazo. Aun así, su cotización sigue siendo volátil y susceptible a cambios de sentimiento; por ello, en Advisors AM limitamos su peso táctico a menos del 10 % de la cartera y solo tras una due-diligence exhaustiva.

Altcoins y memecoins: riesgo exponencial.
Bajo el paraguas “altcoin” se agrupan todas las criptomonedas que no son Bitcoin. Algunas persiguen objetivos legítimos, contratos inteligentes, privacidad, interoperabilidad, pero la mayoría carece de usuarios, de caso de uso probado o de un equipo de desarrollo solvente. El panorama se complica con las memecoins, tokens creados como bromas virales que dependen casi por completo de la especulación colectiva: son proclives a maniobras de pump & dump, liquidez escasa y colapsos de precio sin aviso previo. Invertir en este segmento requiere analizar línea por línea su código, su modelo de incentivos y la legalidad de su emisión, esfuerzos que rara vez compensan el riesgo.

En resumen, entender la enorme diversidad dentro del mundo cripto es esencial para decidir por qué no invertir en criptomonedas indiscriminadamente. Si buscas una estrategia patrimonial que combine innovación controlada y activos tradicionales contrastados, descubre cómo estructurar tu capital de forma sólida en nuestra guía práctica Cómo y dónde invertir 1 millón de euros.

La perspectiva de Advisors AM sobre porque invertir en Criptomonedas

porque no invertir en criptomonedas pero si en bitcoin

En Advisors AM partimos de un principio irrenunciable: preservación y crecimiento sostenido del capital. Gestionar un gran patrimonio no consiste en perseguir rentabilidades fulgurantes, sino en proteger el legado familiar generación tras generación. Bajo ese prisma, la pregunta “por qué no invertir en criptomonedas” recibe una respuesta matizada: la especulación no encaja con una política de riesgos que debe superar crisis de mercado, cambios regulatorios y ciclos económicos completos.

¿Hay espacio para Bitcoin?

Entre las miles de criptodivisas, solo Bitcoin presenta rasgos, escasez programada, red altamente descentralizada y 15 años de historial, que podrían justificar una pequeña asignación táctica como reserva de valor digital. Sin embargo, incluso en este caso mantenemos la cautela: la volatilidad diaria, los riesgos de custodia y un marco legal en constante revisión (MiFID II, DAC 8, MiCA) obligan a limitar la exposición.

Nuestra recomendación concreta sobre criptomonedas

  • Máximo 10 % del patrimonio total en criptomonedas y, dentro de ese porcentaje, restringido exclusivamente a Bitcoin.
  • El 90 % restante debe permanecer en activos regulados con flujos previsibles: renta fija corporativa, financiación de promociones, hoteles, fondos de capital riesgo inmobiliario o soluciones de ahorro estructuradas.

Esta política responde tanto a nuestra lectura de los riesgos de regulación, seguridad y volatilidad, como a la dificultad de justificar posiciones mayores ante los comités de riesgo y los requisitos de idoneidad que impone MiFID II.

Contraste con las “criptomonedas opiniones” populares

Las redes abundan en opiniones sobre criptomonedas que prometen multiplicar “100 euros en Bitcoin”.

Por último, plantearse “cómo empezar a invertir en criptomonedas con poco dinero” puede ser válido como aprendizaje, pero rara vez encaja en una estrategia patrimonial prudente: es especulación, no inversión fundamentada. Para proteger y hacer crecer un gran capital, la prioridad debe seguir siendo la diversificación en activos con regulación y fundamentos contrastados, donde el riesgo se mida, se controle y se remunere de forma coherente con los objetivos familiares a largo plazo.

Alternativas eficientes para invertir en criptomonedas para grandes patrimonios

Ante la pregunta por qué no invertir en criptomonedas en exceso, proponemos tres vías breves y contrastadas:

  1. Renta fija conservadora. Bonos corporativos AA-A y depósitos estructurados ofrecen liquidez y cupones previsibles con volatilidad reducida.
  2. Financiación de promociones inmobiliarias. Deuda o capital en proyectos de construcción respaldados por activos físicos y cronogramas claros.
  3. Hoteles o habitaciones de hotel. Inmuebles que generan ingresos por estancia y mantienen valor en suelo.

Estas opciones presentan menor oscilación de precios, regulación clara y flujos de caja auditables, mientras que incluso grandes bancos, véase la cautela de los servicios para invertir en criptomonedas BBVA, limitan su exposición al mercado cripto.

¿Cuánto puedes ganar con 100 euros en Bitcoin?

No existe garantía alguna; podrías duplicar esa cantidad… o perderla casi por completo en un solo día.

¿Es bueno invertir en criptomonedas?

Solo es potencialmente adecuado para una fracción muy reducida del patrimonio, siempre asumiendo que el inversor comprende los riesgos y dispone de asesoramiento especializado.

Por qué no invertir en criptomonedas de forma amplia se fundamenta en cinco riesgos clave: volatilidad extrema de precios, riesgos de ciberseguridad (hackeos, custodia de claves privadas), ausencia de una regulación consolidada, posibles cuellos de liquidez en momentos de tensión de mercado y la falta de conocimiento técnico y financiero que conduce a decisiones especulativas. Estos factores convierten a la mayoría de los criptoactivos, especialmente altcoins y memecoins, en apuestas de alto riesgo alejadas de los objetivos de preservación patrimonial.

Desde Advisors AM sostenemos que, aun reconociendo el caso singular de Bitcoin como “reserva de valor digital”, su peso en carteras de grandes patrimonios debe ser muy limitado (≤ 10 %) dentro de una estrategia ampliamente diversificada. El núcleo debe apoyarse en activos regulados, tangibles y generadores de flujos previsibles: renta fija conservadora, financiación de promociones inmobiliarias e inmuebles hoteleros.

La clave, por tanto, no es renunciar a la innovación, sino equilibrarla con una gestión profesional del riesgo. Si deseas diseñar una cartera adaptada a tus objetivos y tolerancia al riesgo, contacta con Advisors AM para recibir asesoramiento patrimonial personalizado y descubrir alternativas sólidas más allá de la especulación cripto.

Disclaimer: Este contenido es meramente informativo y no constituye una recomendación de inversión, oferta ni invitación de compra o venta de ningún activo. Las decisiones financieras deben basarse en tu situación personal y tras consultar a un profesional cualificado.

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